Washington D.C.- El proyecto político progresista encarnado por el presidente Barack Obama recibió ayer su más duro golpe con la pérdida de las elecciones legislativas de medio tiempo en Estados Unidos.
Los Republicanos, aupados por el movimiento conservador del Tea Party, conquistaron al menos 50 escaños en la Cámara de Representantes, muy por encima de los 39 que necesitaban para hacerse con la mayoría. Además, demostraron tener igual empuje en los gobiernos estatales al arrebatar al menos 10 puestos a los Demócratas.
Antes de la votación los demócratas tenían 26 gobernadores y los republicanos 24.
En el Senado, los demócratas perdieron terreno pero lograron mantener una mayoría simple.