Washington D.C.- La posibilidad de que se desate una guerra de grandes proporciones –inclusive nuclear– en la península coreana hace necesaria de forma “urgente” la instalación de un “teléfono rojo” entre Corea del Norte y del Sur.
Dicho dispositivo permitiría tener una comunicación directa entre los líderes de ambos países en caso de incidentes en la frontera de ambos países, señaló el gobernador de Nuevo México (EE UU), Bill Richardson.
El político estadounidense, quien es un especialista en el conflicto coreano, señaló que debido a la alta tensión en la región es necesario crear también una comisión militar integrada por miembros norcoreanos, surcoreanos y estadounidenses, que tendrían el objetivo de supervisar y controlar las zonas del Mar Amarillo.
Fue en esta zona que el mes pasado se registró un enfrentamiento militar cuando obuses norcoreanos cayeron sobre la isla surcoreana de Yeonpong dejando cuatro muertos.