Jerusalén.- No confía ni en sus amigos. El primer ministro israelí Benjamín Netanyahu ordenó a los servicios secretos de su país iniciar una profunda investigación a sus más estrechos colaboradores debido a las constantes filtraciones que existen en su gobierno.
“Está cansado de que todo lo que se habla en su oficina aparezca al día siguiente en la prensa”, señaló una fuente cercana al líder israelí.
Según se informó el servicio secreto interno, conocido como Shin Bet, interrogó al presidente del Consejo Nacional de Seguridad, Uzi Arad, y al ex portavoz de la oficina del primer ministro Nir Hefetz, que dejó su puesto la semana pasada.
“Ambos tuvieron que someterse a un detector de mentiras y la experiencia no fue de las más agradables pero eran necesario para saber quién está detrás de las filtraciones”, agregó la fuente quien destacó que hasta ahora no se ha encontrado ningún sospechoso.