La legisladora estadounidense baleada en la cabeza en el tiroteo de Arizona, Gabrielle Giffords, ya puede respirar por su propia cuenta, por lo que los médicos le quitaron este sábado el respirador artificial y le insertaron un tubo en la tráquea, anunció el hospital donde está internada. Sin embargo, su condición sigue siendo crítica.
"Esta mañana se realizó un procedimiento quirúrgico a la congresista para reemplazar el tubo de respiración que recorría su garganta con un tubo de traqueotomía en su tráquea, protegiendo su vía de ventilación y liberándola del respirador", dijo el University Medical Center en un comunicado.
Giffords es una más de las víctimas del tiroteo que se produjo la semana pasada en las afueras de un supermercado de Tucson, Arizona, en donde murieron seis personas y otras fueron 14 heridas.