Los Ángeles.- Quiso dejar atrás su imagen de niño bueno. El cantante e ídolo adolecente Justin Bieber arribó ayer a la gala de los Globos de Oro en Hollywood y sorprendió a más de uno al presentar un nuevo look que lo hacía verse mayor.
Y es que el intérprete de Baby no llamó la atención por lo que vistió sino por su cabello que llevó mojado y desordenado, mientras su tono de piel era más bronceado de lo habitual.
“Quise variar un poco mi estilo, pero sigo siendo yo”, dijo en tono de broma el canadiense, quien fue uno de los presentadores de la gala.
El cantante aprovechó la presencia de decenas de periodistas de distintas partes del mundo para hablar de su nueva película, Never say never, que se estrenará en Estados Unidos, el día de San Valentín, el próximo 14 de febrero.