Nueva Delhi.- Con el fin de cumplir su voluntad el Parlamento tibetano aceptó hoy la renuncia del Dalai Lama como jefe político de esa comunidad, que ahora debe elegir de forma democrática a su sucesor.
La asamblea legislativa realizó una sesión especial en la ciudad de Dharamsala, la ciudad india donde tiene sede el gobierno en el exilio. Actualmente, China tiene el control político y militar de esa provincia y acusa al Dalai Lama de de ser un “secesionista”.
En la sesión de hoy el Congreso votó por mantener al líder religioso de 75 años como “jefe simbólico de los tibetanos”.
Ahora, los legisladores tendrán que llevar adelante un cambio en la Constitución y para ello se constituirá un comité especial que elabore la nueva legislación nacional.