Aunque pareciera salido de un cuento de ficción, un yate aún permanece en el techo de una residencia en ruinas en el puerto de Otsuchi, prefectura de Iwate.
Sucede que, tras el terremoto y el posterior tsunami que azotaron el noreste de Japón el 11 de marzo, las inmensas olas arrastraron el navío a lugares jamás imaginados.
Los muertos, según el último informe de la policía, llegaría a los 12 mil y los desaparecidos 17 mil, aunque ésta cifra ya sumaría a la cifra de fallecidos.
Cabe resaltar que más de 200 mil personas lo perdieron todo y están evacuadas en 1.900 centros de apoyo, informó el portal RPP Noticias.