Berlín.- El terremoto de 9 grados en la escala de Richter del pasado 11 de marzo no solo cambió el eje de la Tierra y movió dos metros el territorio nipón sino también modificó la forma de los océanos.
Así lo ha revelado un estudio elaborado por expertos de Universidad Politécnica de Múnich (sur de Alemania), quienes se basaron en observaciones registradas por el satélite europeo Explorador de la Circulación Oceánica y de la Gravedad (GOCE, por sus siglas en inglés).
“El terremoto fue un movimiento tan masivo que ha modificado sin dudas en la forma del geoide”, declaró el científico Roland Pail.
Los expertos consideran al geoide como la forma que tiene un océano imaginario que cubre todo el planeta sin tener en cuenta corrientes o mareas. Es una superficie de referencia fundamental para medir con precisión la circulación oceánica, los cambios del nivel del mar o la dinámica del hielo.