Desde el pasado miércoles, día en que se desató la furia y la consecuente represión, hasta este sábado 17 de agosto, un total de 57 policías han perecido y 563 han sufrido heridas; asimismo un total de 27 comisarías, 12 iglesias, 6 ayuntamientos y 5 sedes de gobernaciones provinciales fueron incendiados o destruidos.