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Jueves 29 de marzo 2012

La sal, esta gran conductora de la energía

Por: Dr.Xavier Uriarte
La sal, esta gran conductora de la energía
Foto: vitonica.com

La sal está íntimamente ligada a los rituales y es considerada un mediador sagrado entre lo natural y lo sobrenatural. Es el gran catalizador, es el principio radical de todas las cosas, el producto remanente de la asociación de los cuatro elementos (agua, tierra, aire y calor).

La sal produce un eje regenerador integral y su composición fósil le otorga una capacidad energética y curativa extraordinaria. Como la música y el lenguaje, la sal es la vibración que nos da información. La sal es, en cada célula del cuerpo, el elemento que anima, cohesiona y materializa la electricidad cósmica. Es la unión de pequeñas partículas llamadas iones, que pueden estar cargados positivamente y negativamente.

La sal común está compuesta por iones de sodio con carga positiva e iones de cloro con carga negativa, los cuales han de compensarse entre sí.

La sal cristalina o natural, que conserva su estructura primitiva al ser extraída de los yacimientos, posee cualidades muy distintas de la sal refinada, con una composición en forma de cloruro de sodio. Desde el punto de vista químico, la sal contiene 84 minerales y oligoelementos esenciales para el cuerpo humano (cloro, sodio, potasio, magnesio, cobalto fósforo, manganeso, zinc, hierro, flúor, yodo, silicio, etc.), pero en el proceso de refinamiento tan solo quedan dos: el cloruro y el sodio ClNa).

El cuerpo humano está compuesto por agua salada en un 70%. Las pérdidas de sangre solo pueden compensarse con la ingestión de una solución isotónica de sal en la misma proporción que el plasma sanguíneo y el interior de las células.

Tener conciencia de ello nos lleva a comprender que los seres vivos terrestres tenemos una relación muy especial con el agua marina (agua + sal): ella también es nuestra casa, es el líquido amniótico de la vida; es un alimento básico que se debe utilizar con precaución en las comidas.

BAÑOS DE SAL

Son ideales para personas agotadas, doloridas y afectadas de psoriasis. En 1 litro de agua a una temperatura entre 35º y 38º, echamos de 1 a 3 cucharadas soperas de sal marina y nos bañamos la parte afectada durante 5 o 10 minutos. Envolvemos la parte bañada con una toalla y nos metemos en la cama a descansar durante 1 hora. Se puede repetir la operación 2 o 3 veces al día siempre que sea necesario.

LIMPIEZAS CON SAL                  

Sirven para limpiar espacios cargados de "mal rollo". Apartar todos los objetos de la sala o de la habitación que se quiere limpiar y tirar, tocando a la pared, puñados de sal en las esquinas y ángulos, hasta el techo. Es conveniente dejar actuar la sal al menos durante 3 horas, mejor incluso si se puede dejar 24 horas.

CATAPLASMA DE SAL               

Para hacer desaparecer el herpes dorsal o torácico.

Se necesita 1 cucharada sopera de sal marina, requesón o arcilla y 1 cucharada sopera de levadura de cerveza. Mezclar y colocar directamente sobre la zona afectada. Dejarlo actuar durante 1 hora. Se puede repetir la operación cada 2 o 3 horas, hasta que pasados unos días disminuya el dolor.

LAVADOS CON SAL                    

Se utilizan para limpiar la nariz de mucosidades, enjuagar la boca en caso de inflamación de las encías, hacer gárgaras cuando tenemos faringitis y bañar los ojos en caso de conjuntivitis.

Se prepara una solución salina a base de ¼ de litro de agua tibia y una cucharada de postre de sal marina.

INGESTION DE LIMON Y SAL              

Es muy útil para personas que padecen diarrea estival, tropical o por contaminación (salmonelosis) de los alimentos.

Mezclar el zumo de un limón con una pizca de sal marina y beberlo. Se puede tomar hasta 3 veces seguidas repartidas entre la primera y la segunda hora.

ACEITE DE OLIVA Y SAL                      

Se utiliza para quemaduras, dolor de barriga, dolores de la menstruación o irritación de colon.

En una taza mediana, echar unas cucharadas soperas de aceite de oliva y un poco de sal marina.

Mezclar y aplicar encima de la quemadura. Según la intensidad del dolor, se puede añadir un poco más cada media hora o cada hora, tantas veces como sea necesario.

Para el vientre, calentarlo al baño maría y aplicarlo encima del ombligo.

 

Nota: publicada en laeco.net

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