Cada día hay más bodegas que deciden hacer vinos ecológicos ante el número creciente de personas concienciadas con la ecología, la salud y los productos biológicos, especialmente con el buen vino.
Gracias a las ventajas de nuestro clima con respecto a otras zonas europeas y latinoamericanas, el vino ecológico se está estableciendo con fuerza imparable en nuestro país.
Día a día, los consumidores reclaman vinos elaborados con buenas prácticas ecológicas.
¿ Qué es un vino ecológico?
Aunque pueda parecer que los vinos ecológicos son semejantes a los convencionales, en realidad se diferencian en muchas cosas esenciales.
El vino ecológico se elabora mediante procedimientos naturales, que van desde la propia tierra en donde están las cepas hasta la conservación del vino. En todo este proceso se establece un riguroso control que vigila que sea limpio el efecto de la producción en el medio ambiente y en la calidad del producto, para que esté libre de cualquier clase de sustancia potencialmente tóxica.
El vino ecológico es aquel en cuya elaboración (ni en la tierra, ni en las cepas, ni en la conservación) no sean usado elementos químicos artificiales.
Además, las cepas de donde procede la uva han tenido que pasar varios años en una tierra limpia de productos químicos y no han estado en contacto con pesticidas, abonos inorgánicos o tratamientos genéticos.
Los mayores enemigos del cultivo ecológico son las plagas y los insectos. Para impedir el desarrollo de enfermedades de la vid, sólo se puede añadir azufre y sulfato de cobre, conocido como “caldo bordelés”. Los plaguicidas están prohibidos, como sustitutos están las cepas resistentes y las feromonas, que son trampas sexuales que confunden a los insectos e impiden su reproducción.
La elaboración del vino debe hacerse con una fermentación a base de levaduras naturales o autóctonas, y que no sufra posteriormente por el uso de válvulas o bombas.
Además, se exige Que la clarificación se haga de forma natural con clara de huevo, gelatina o similares; aunque sí se permite la adición de un porcentaje muy pequeño de anhídrido sulfuroso como conservante y de ácido tartárico para corregir la acidez.
Las bodegas que miman el producto al máximo consiguen un vino de gran calidad en todos sus aspectos: ecología, salud y virtudes de olor, color y sabor.
¿Por qué un vino ecológico cuesta más caro que uno convencional?
La elaboración de vino ecológico requiere un mayor empleo de mano de obra debido al uso de procedimientos manuales para el cuidado de las vides, como es el caso de desmalezar y podar con herramientas manuales y abonar la tierra con estiércol. Es decir, volver al concepto de respeto y cuidado de la tierra de la época de nuestros abuelos.
El uso de estas buenas prácticas conlleva un sobre coste de más de un 60% con respecto al ¿Qué diferencias hay entre ¿Por qué un vino ecológico cuesta más caro que uno convencional?
¿Un vino ecológico y otro que no lo es?
El vino ecológico debe tener un índice máximo de anhídrido sulfuroso inferior a 20 mg/l, mientras que en los vinos convencionales este índice es superior a 40 mg/l.
En su conservación, los vinos ecológicos han de tener un nivel inferior a 40mg/l de sodio, mientras que los convencionales tienen niveles superiores a 70 mg/l, y cuando están muy manipulados pueden llegar hasta los 100 mg/l. vino convencional.
Además, a diferencia de los vinos convencionales, en los análisis de los vinos ecológicos se detecta la ausencia de bromopropilatos fenitroion captafol folpet captan ipodriona fenitrotion captofol folpet captan ipodriona clorpirifos metilparation clozolinato procimidona-R diclofuanida vincolzlina-R y pestic Fenarinmol.
Según distintos análisis y estudios médicos, los vinos ecológicos tienen menos residuos de azúcar, pocos hidratos de carbono y menos calorías, cualidades saludables que incluso los hacen aptos para las personas diabéticas, que se calcula que son unas 130 millones en todo el mundo.
Actualmente, varias bodegas elaboran vino ecológico desde una óptica de rigurosidad ecológica, saludable y de calidad del producto. El consumidor debería premiar esta labor de defensa de la calidad, del medio ambiente y de la salud del propio consumidor, para que cada vez más bodegas y agricultores se sumen a las prácticas y cultivos ecológicos.
Según distintos análisis y estudios médicos, los vinos ecológicos tienen menos residuos de azúcar, pocos hidratos de carbono y menos calorías, cualidades saludables que incluso los hacen aptos para las personas diabéticas, que se calcula que son unas 130 millones en todo el mundo.
Actualmente, varias bodegas elaboran vino ecológico desde una óptica de rigurosidad ecológica, saludable y de calidad del producto. El consumidor debería premiar esta labor de defensa de la calidad, del medio ambiente y de la salud del propio consumidor, para que cada vez más bodegas y agricultores se sumen a las prácticas y cultivos ecológicos.
Nota publicada en laeco.net