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Martes 03 de julio 2012

Locro de zapallo

Por: Cecilia Portella Morote
Locro de zapallo
Foto: Generaccion.com

Un acompañante no define el plato. Esto, aunque aporte más o menos calorías, o determine un justiprecio a la medida de sus características. Desde huevos fritos, hasta pescado y finos lomos se atreven a posarse sobre una cama de suave textura de zapallo en mezcla con otras exquisiteces que hacen de este plato, una verdadera obra del buen gusto culinario... A pesar de su sencillez.

Nace en cuna prehispánica, con la misma naturaleza de servir de sostén y proveer de energía a los hombres dedicados a las faenas rurales de siembra y cosecha, de los pueblos andinos. Así como otros potajes serranos, ya contemplados en nuestras líneas, el Locro o Ruqru –vocablo quechua- estaba hecho a base de papa, maíz y zapallo; y a lo largo de Argentina, subiendo hacia el norte y teniendo como escenario la Cordillera de los Andes, se extendió como un guiso, que poco a poco fue adoptando nuevos elementos que incrementaron su valor nutritivo.

El Locro conocido en el Perú, dista mucho de los demás "locros americanos" por los ingredientes que utiliza. Mientras los porotos o frejoles son condicionales para lograr  la excelencia de su preparación y degustación en países como Chile y Argentina, en el Perú, Ecuador y Bolivia, el maíz define la calidad del plato... Y que mejor maíz que el "choclo serranito", dulce regalo de la Naturaleza. 

Ahora, ya cuando los años han hecho lo suyo,  al permitir la evolución de este plato, aumentando ingredientes, perfeccionando técnicas de cocción, descubriendo la mejor variedad de productos, encontrando el acompañante perfecto y comprobando los estudios que corroboran que este guiso es uno de los más completos; el Locro sigue alimentando las mesas  andinas y se proyecta con promisorio éxito hacia el resto del mundo.

SENCILLO PERO FESTIVO

Sin que lo supiéramos, al iniciar nuestras investigaciones sobre este legendario, sencillo, pero nutritivo plato; teníamos destinado encontrarnos con más de una sorpresa.  Entre ellas descubrimos la devoción que gran parte de argentinos sentía por el citado guiso.  Y así entre fascinación y asombro, nos dimos cuenta que en sus albores, llevaba carne y ostentaba una lista de ingredientes variados que hacían de este plato uno de los más completos de Sudamérica.

Descubrimos también que si bien el vocablo "Ruqru" –de donde proviene el particular nombre de Locro- significa "guisado de papas con ají" (1) se han derivado de allí varias frases quechuas para definir específicamente las bondades y características del plato. Y en esa variedad de descripciones, pudimos encontrar términos como "roqroppatasca", con mote reventado; "roqropulsudo" para explicar que está hecho con una gran variedad de ingredientes, convirtiéndolo en denso y absolutamente suculento. Y otros términos de pronunciación peculiar como "wakchalruqru" que significa "locro pobre, muy sencillo".

Sin embargo, nuestra sorpresa mayor se desató cuando nos enteramos que en Argentina se constituyó como un plato tradicional en las fiestas del 25 de mayo.  Claro está, que en este caso, nos referimos al "Locro suculento", en el que el zapallo es solo uno más de los invitados a la olla, donde la carne de res y el concentrado de caldo de gallina dan sabor al plato, donde confluyen porotos y maíz contribuyendo con una apetitosa consistencia… Concluimos en que nuestro Locro peruano con zapallo como ingrediente principal, difiere en forma, sabor y costumbres, a pesar de la historia común con el resto de América.

BONDADES DEL ZAPALLO

En el libro Gastronomía y Turismo en el Valle del Mantaro, su autor, Jesús Gutarra menciona respecto al Locro que "su abundancia servida en plato hondo, es compatible con la restauración de la energía gastada por los hombres en duras jornadas agrícolas…" y para corroborar su afirmación adjunta una receta –dechado de vegetales, carnes y hierbas- por demás contundente, para que no quepa la menor duda.

Por nuestro lado, simplemente quisimos darle el reconocimiento a la materia prima de nuestro potaje. Porque aunque las analogías son casi siempre odiosas, debemos ratificarnos que así como la papa es al puré, el choclo o maíz es al pepián... en el Perú y particularmente en la evolución del plato en las mesas limeñas: Definitivamente el zapallo es al Locro.  Y para recordar que su presencia en nuestra dieta es más que un gusto por su color o por su aporte de sabor en algunos platos norteños, aquí algunas razones para su consumo obligado...

Su elevado contenido en beta caroteno y alfa caroteno (2) disminuye el riesgo frente al cáncer de próstata y enfermedades cardiacas.  Estimula también, la función del páncreas, ayudando a regular el nivel de azúcar en la sangre.  Colabora en la eliminación de mucosidades y básicamente participa en el fortalecimiento del sistema inmunológico por su riqueza en antioxidantes.  Su jugo es laxante y un buen desintoxicante del cuerpo.  Luego de estas características, ¿alguien tiene alguna objeción para incluirlo en sus mesas?

DELICIOSAS VARIANTES, TODAS VALIDAS

Hace unos días, una amiga peruana que radica ya hace algunos años en Chicago, me decía –frente a mi interés de conversar sobre su experiencia culinaria en otras tierras- que su adhesión por la comida peruana se asentaba sobre bases sólidas cuando preparaba Locro y me comentaba textualmente "cuando lo preparo para mi familia política, siento que pongo en la mesa uno de los platos con verdadera tradición y sabor peruanos" y cerraba la historia -mientras la satisfacción terminaba de dibujarse en su rostro-  añadiendo que su suegro, al finalizar un almuerzo familiar, donde el Locro es el plato del día, suele tomar con la paciencia de sus casi 90 años, un recipiente con el guiso  sobrante a fin de reservarlo "para más tarde". Buena elección respetable señor.

Después de este recorrido por historias, por países y por diversas formas de preparación, de lo que si estamos totalmente seguros es que en algunas ciudades, el Locro es un guiso, en otros es una crema o sopa que se espesa con papas y en algunos casos, recibe comparaciones con platos ya conocidos en el Perú y en el resto de nuestra Patria Grande. Así pues, se le compara–para dar las explicaciones pertinentes- con el ajiaco, el chupe y algún otro guiso hecho en Ecuador, a base de papas partidas, carne, queso, cebollas, col y especias, cocidas en un sustancioso caldo; como bien lo menciona Rosario Olivas, en su libro Cocina de los Incas.

Mientras tanto, aquí en Lima, cuando decimos Locro, pensamos inmediatamente en zapallo, cual asociación de ideas.  Es este pues, un plato ideal para vegetarianos, ya que a diferencia de sus "hermanos sudamericanos y hasta serranos", no lleva ningún tipo de carne en su consistencia y preparación inicial. Otra historia se construiría si pensamos en el acompañante perfecto.  Pero para ello acudirían también otros agregados, como el queso fresco o el huevo frito colocado sobre el guiso con la exactitud de un retocador de arte y ostentando una brillante y jugosa yema amarilla a punto de esparcir sus sabores en el plato.

Lo hemos visto acompañando fiestas nacionales como en Argentina, lo seguimos mencionando en algunos pueblos de Ecuador a través de su historia y de sus cantares populares (3), es también parte de la celebración del "Día de  los difuntos", en la sierra del Perú... Trasciende las líneas de Sudamérica y se va en las manos y en el acervo de nuestros hermanos hacia Europa, Estados Unidos o algún país de Asia.  Y aquí, en la sencillez de una mesa diaria, nos espera para nutrirnos, para irrumpir con su sabor nuestra cotidianeidad, para sorprendernos con la humildad de su presencia...

 (1) Rosario Olivas Weston, La Cocina de los Incas.

(2) Zapallo - Cucurbita maxima Duch

(3) Rosario Olivas Weston, La Cocina de los Incas.

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