Hay que ayudar a la democracia

Durante todo este tiempo hemos escuchado que en Cajamarca correrá sangre. Lamentablemente, ayer estas palabras se hicieron realidad y esto sucede porque uno de los actores cree tener el derecho de hacer lo que le parece y se ha olvidado que el derecho de uno termina donde comienza el derecho del otro, eso se llama democracia y lo que ha pasado en Cajamarca es un ataque a la democracia.

Todos los actores de la vida política y económica de nuestro país saben que la crisis mundial está provocando que nuestras expectativas de crecimiento, según la Cámara de Comercio, estén por debajo del 6% estimado por el MEF, ya que el crecimiento sería solo de 4,7%.

Estos números conllevan lamentablemente a que se pierdan puestos de trabajo. La industria textil acumuló una caída de 22,6% en el primer cuatrimestre del año. En abril, la confección de prendas de vestir presentó la caída más severa (8%) desde el 2009. La balanza comercial peruana ha cambiado su estructura, el dólar ha bajado su cotización, provocando de esta manera que los productos importados sean más baratos en algunos casos que los productos manufacturados en el país y ahora el problema de Cajamarca implica crear una desconfianza con la inversión en el país.

¿Hasta cuándo vamos a soportar que por ambiciones políticas se permita ser prepotente, crear caos y destruir el futuro para las próximas generaciones? Todas las personas en nuestro país tenemos que rechazar esta violencia que lo único que hace es propiciar el caos en nuestro país.

Publicado el 05 de julio de 2012 en el diario La Razón.