El cogobierno. La cohabitación

En el gobierno del Presidente Humala estamos viviendo un fenómeno nuevo para el Perú: Una primera dama que enfrenta ante la prensa los temas políticos, más que el Presidente. Una primera dama, cuya palabra es más esperada que la del Presidente. Una primera dama que, a todas luces, es la que pone y saca ministros. Y una primera dama que es capaz de opacar una cumbre internacional por un berrinche con su marido: el Presidente.

Esta situación no tiene precedentes en el Perú. Las primeras damas, hasta Nadine Heredia, se encargaban de la ayuda social, del apoyo a los más necesitados. Y esto no es, para nada, una función menor que la intromisión política. Por el contrario. Si la política busca mejorar la vida de los desposeídos, ¿qué puede haber más importante que hacerlo? Sin embargo, a todos nos queda claro que es la Sra. Heredia quien decide la mayoría de cosas importantes en el país. Se habla, inclusive, de un cogobierno. Yo preferiría, porque es literalmente más adecuado, hablar de la cohabitación.
En los regímenes semipresidencialistas, Francia por ejemplo,  se han dado condiciones para gobernar muy complicados. Al Presidente lo elige directamente el pueblo francés. Pero, al primer ministro lo elige el Congreso. Y no siempre coincide que el electo presidente tenga mayoría en el Parlamento. Además, por cálculo político, el Presidente puede disolver el Parlamento y convocar a nuevas elecciones si cree que eso le dará una mayoría congresal.

En Francia se han dado casos que, solo un altísimo concepto de la política podría permitirlo: En 1986, el presidente socialista Francois  Mitterrand tuvo como Primer Ministro al derechista Jaques Chirac. En 1993, en las elecciones al Parlamento, se pulverizó a la izquierda y otra vez Miterrand, un hombre verdaderamente socialista, tuvo como Primer Ministro al derechista Edouard Baladur.

Pero, también ha sucedido al revés. Un presidente de derecha, Jaques Chirac, cuyo partido fue derrotado en las elecciones parlamentarias, tuvo que “cohabitar” con el socialista Lionel Jospin. Pero, la democracia en Francia es sólida, fuerte, responsable. Aquí los problemas de casa entre el Presidente y su esposa son filmados por cámaras de todo el mundo y contadas por todos los periodistas que asisten a una cumbre. Hoy en el Perú tenemos, evidentemente, un cogobierno, pero lamentablemente también y, de manera literal, tenemos una cohabitación.

Termino diciendo que no estoy seguro que tengamos un cogobierno. Esto significaría dos personas que comparten el poder con similar capacidad. Después del embrollo inmenso en el que se ha metido el Presidente Humala con el caso del indulto a Fujimori, tengo verdaderas dudas que el cogobierno que vivimos sea entre pares. Aquí hay alguien mucho más capaz que el otro (Con información del diario Expreso).