Como aficionado al fútbol que soy, de toda la vida, esta semana quiero hablar del tema y, más concretamente, dirigirme al director técnico de la selección peruana, Don Sergio Markarián, un técnico capaz, que ha obtenido muchos logros, como el de llevar a Paraguay a un mundial o a Sporting Cristal a la final de la Copa Libertadores de América. Así que no le faltan sapiencia ni experiencia al estratega Uruguayo.
Lamentablemente, señor Markarián, usted, pese a haber trabajado en nuestro medio, no parece haber terminado de conocer la idiosincrasia, que se expresa, por ejemplo, en que no pueden soportar la presión que tienen encima después de obtener un buen resultado que aumenta las expectativas –y las exigencias- de la prensa y de la hinchada para el siguiente partido.
Así, señor Markarián, les pasó en el partido ante Paraguay, cuando la mayoría de los jugadores flaquearon ante el temor de no rendir como lo hicieron los del equipo alterno que, con agallas y fútbol, estuvo a punto de traerse una victoria de Bolivia.
Otro problema, que evidentemente no ha sabido usted manejar, es que hay algunos que no arriesgan la pierna cuando juegan por la selección, por temor a que una lesión los afecte y les impida jugar en sus clubes extranjeros.
La indisciplina es otro mal al que no ha podido usted ponerle remedio; eso es un secreto a voces. Aunque de ninguna manera es un consuelo, el mal no es de ahora, sino que se remonta a mucho tiempo atrás, a las épocas en que los astros de entonces, Valeriano López, por ejemplo, se escapaban de las concentraciones para divertirse con los amigotes.
Es un hecho que hay indisciplina y no solo de los que vienen a Lima ávidos de los placeres de la buena comida, la noche y las chicas, sino de los que no le ponen interés a los trabajos preparatorios.
En los casos, varios de los que juegan en el extranjero y que no “metieron” en el partido de Asunción, posiblemente creen que ya lo tienen todo resuelto porque ganan mucho dinero y que no vale la pena arriesgar. Por eso a usted, señor Markarián, le juegan para atrás, le juegan mal.
Los memoriosos deben recordar que el entrenador que mejor resultados obtuvo con una selección peruana fue Marcos Calderón, con quien los jugadores llegaron lejos porque manejaba el equipo con mano de hierro y “se las sabía todas” y por eso le hacían caso, le obedecían.
No creemos que ese sea su caso, no confiamos en que usted sea estricto con los jugadores, y no queremos entrar en detalles al respecto para no herir susceptibilidades.
Creemos que, lamentablemente, ya debe usted comenzar a olvidarse de los que juegan en el extranjero, al menos de aquellos que no lo dan todo cuando se ponen la rojiblanca. Es hora ya de aceptar la realidad (Con información del diario La Primera).