Jueves 25 de abril 2024 | Contáctenos
Sabemos que los periodistas somos nómadas en nuestros trabajos, sea por decisión editorial o económica. Pero causa sorpresa que el líder de opinión en prensa escrita, Aldo Mariátegui, haya sido despedido, no solamente sin ningún tipo de explicación, que la opinión pública merece, sino que tampoco, y lo más grave, ningún organismo defensor de la libertad de expresión se haya pronunciado.
Todos conocemos que Aldo es un periodista polémico y muy controversial por defender sus ideas y combatir por lo correcto, he ahí el quid de su éxito. Él atacó sin contemplaciones a los caviares, que tienen la facilidad increíble de los camaleones, para trabajar incrustados con todos los gobiernos, de cualquier tendencia ideológica, y si no pueden infiltrarse, crean sus ONGs, muchas de ellas subcontratadas por el Estado, y lo más grave petardeando desde el interior sus políticas, como en el caso de la minería.
Aldo gozaba al investigar y provocar a los caviares, lo que enardeció su animadversión casi enfermiza. Es un baluarte contra la corrupción. Él admira y practica la buena fe y la libertad de expresión, tanto es así, que en Correo escribían personajes de diversas tendencias, que coincidieron en señalar disfrutaron de la más irrestricta libertad para escribir, aunque se diferenciaran de las ideas de Aldo.
¿Por qué salió del Grupo Epensa? ¿Quiénes fueron los conspiradores? Son las preguntas por los 64 mil“reais”. Entretanto, vaya mi solidaridad y mi afecto hacia su persona y su pluma. Aldo seguirá siendo un referente para el periodismo. ¡Salud!
(*) Periodista. Miembro de la Prensa Extranjera.
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Twitter: @sanchezserra
Publicado en el diario la Razón, de Lima-Perú, el 06 de febrero de 2013
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