Banner Tuvivienda
Viernes 26 de abril 2024   |   Contáctenos
REDES SOCIALES
Miércoles 22 de mayo 2013

Discusiones que frenan la ciencia

Por: El espectador (*)
Discusiones que frenan la ciencia
Foto: todosobreclonacion.galeon.com

Lo primero de lo que tuvimos noticia en este tema fue, por supuesto, la famosa oveja Dolly: ese mamífero clonado, mundialmente conocido en la segunda mitad de la década del 90, y muerto hace ya 10 años.

Sorprendía ver a esta oveja: entera, funcional, expuesta a las cámaras como (al mismo tiempo) un fenómeno de circo y un impresionante avance de la ciencia. La idea, en sus términos más simples, fue la siguiente: tomar el óvulo de una donante, extraer el núcleo e insertarle una célula diferenciada proveniente de un adulto. Y así como suena, de una oveja viva, y por obra de la mera acción humana, sacaron a otra idéntica. Increíble.

La misma técnica resultó exitosa la semana pasada, pero esta vez con seres humanos. Se trata de una reprogramación de las células de la piel humana para que funcionen como células madre. El descubrimiento fue efectuado por un equipo científico en Oregon, Estados Unidos. La idea, en principio, se trata de reemplazar las células humanas dañadas por enfermedades o lesiones, para tratar padecimientos importantes, como afecciones cardíacas o párkinson.

Y aunque el método ya había sido usado en otras especies —gatos, perros, ratones—, esta fue la primera vez que funcionó en la nuestra. Es por eso que Anna Veiga, directora del banco de líneas celulares del Centro de Medicina Regenerativa de Barcelona, lo considera como un avance sin precedente.

Que traten a un animal como un experimento, salvo a algunos acérrimos defensores de los derechos de los animales, no importa a casi nadie. Tampoco cuando se mejoran especies por producto de la crianza y la selección, como es el caso, por ejemplo, del caballo de carreras. Pero cuando se habla de un posible acercamiento a la “clonación” humana, ahí sí saltan todos los sectores de la sociedad: apelando a la moral o a la ética, a los designios de Dios (el católico, sobre todo) y a la ciencia misma, por lo menos en lo que concierne a los humanos como especie y su evolución. Al menos eso último fue lo que atinó a decirle el genetista Emilio Yunes a Blu Radio.

Porque lo llamativo de todo esto deja de ser el descubrimiento en sí (la grandiosa noticia del uso regenerativo eficaz que tienen las células clonadas) para volverse una discusión sobre lo que aún no ha pasado: humanos hechos en serie en laboratorios. Y el efecto de esta actitud es terrible: frenar un avance por el miedo a un apocalipsis futurista. Porque, como prosiguió el mismo Yunes, la reproducción terapéutica es un gran avance para la ciencia con aplicaciones para la salud humana impensables hasta hace poco.

Salió, entonces, el obispo de Boston, cardenal Sean O’Malley, a decir que clonar a un ser humano es quitarle a ese nuevo ser su dignidad inherente, porque se trata de usarlo para otros propósitos. Y bueno, su declaración tiene tanto de largo como de ancho. No es tan fácil pararse de un lado o de otro. Sobre todo porque esto aún no ha sucedido. Ni tampoco es la idea de los investigadores. Shoukhrat Mitalipov, quien lideró esta vanguardia científica, lo dice claro: “aunque los avances en la técnica de transferencia nuclear conducen a menudo a la discusión pública sobre los aspectos éticos de la clonación humana, ese no es nuestro objetivo. Y tampoco creemos que nuestros hallazgos puedan ser utilizados por otros para avanzar en esa dirección”.

No hay, pues, que abrirle el espacio al tabú. Porque cuando ganan la oscuridad, el veto o la censura, los avances se disminuyen. Desviar el debate hacia el pero extremo es colocar un dique a una salida positiva para los problemas de la salud humana. El asunto de la clonación de humanos debe debatirse, por supuesto. Pero aparte del avance que se ha conseguido. Entendiendo los propósitos de lo uno y lo otro.

(*) Artyículo publicado en el portal del diario colombiano El Espectador

Participa:
Valorar
Cargando...
COMENTARIOS
0 comentarios
2018 Grupo Generaccion . Todos los derechos reservados    |  
Desarrollo Web: Luis A. Canaza Alfaro    |    
Editor de fotografía: Cesar Augusto Revilla Chihuan