Renuncia de Nadine no significa caso cerrado

La clase política opositora estuvo eufórica la semana pasada con el anuncio inesperado de Nadine Heredia, donde señaló que en respeto de la institucionalidad y legalidad no intervendría como candidata en las presidenciales del 2016. La ingenuidad en el oficio de la política es un demérito supremo que hay que evitar permanentemente. Pienso que el caso de la candidatura de la esposa de Humala sigue en carrera y que lo que se ha adoptado es una posición necesaria, pero solo temporal, dado el declive acelerado de la aprobación presidencial, que ha sido de nada menos que de 20 puntos en dos meses.

Estoy seguro que hay más de una forma de colocarla en carrera nuevamente. En estas lides los compromisos son revisables, bajo cualquier pretexto: al pedido de las bases o que la legalidad se cambió por otra, con lo cual se honra palabras del pasado y se encamina a un supuesto martirologio a nombre de una redención impostergable de los desposeídos.

Veo que el gobierno está generando un clima de confrontación que está dispuesto a sostenerlo; cosa que no ha ocurrido en el pasado, donde el susto era lo que marcaba la pauta del manejo desde la casa de Pizarro. La ley del servicio civil, la ley del servicio militar obligatorio y el proyecto de ley universitaria, son tres temas que se traen agenda escondida, que involucra  despidos revestidos de legalidad, a nombre de un crear un orden en medio del caos. A  esto se suma el control y subordinación total de las fuerzas armadas, un servicio de inteligencia con presupuesto más que suficiente para seguir a los adversarios y enemigos y un congreso completamente desacreditado.

Con este clima y ante la resistencia opositora que comienza hacerse violenta, se dan las condiciones perfectas para que con gran apoyo ciudadano que exige orden en el estado, se convoque a una asamblea constituyente, que traería consigo modificaciones que podría darle la legalidad para que la postulación de la señora Heredia se haga en el marco de la ley que ella hoy se enorgullece respetar. Esa receta ya es conocida y experimentada en: Venezuela, Bolivia, Ecuador y Argentina, de donde podría salir una versión peruana, que sea corregida y aumentada. No es hora para celebraciones sino de estar atentos.