Especialización contra el crimen

Jorge Luis Martínez, autor de estas líneas

Al salvaje terrorismo de los ochenta y gran parte de los noventa, que costó miles de vidas y ocasionó atraso económico sin precedentes para nuestra patria, nadie puede poner en duda, finalmente se le derrotó. La creación del Grupo Especial de Inteligencia, el célebre GEIN, el 5 de marzo de 1990, fue fundamental para poner coto a este flagelo. Una pléyade de inteligentes y decididos policías y, sobre todo, el apoyo de político del gobierno de entonces, permitieron la conformación de este colectivo de élite que, con muy pocos recursos y dando muestras de mucha sagacidad, dio golpes certeros y decisivos a estos grupos en cuyo substrato ideológico no había más que el odio cainita y el resentimiento social. He ahí un ejemplo desde nuestra propia historia.

En el marco de un sondeo reciente, el 75 por ciento de los encuestados señaló que la delincuencia ha aumentado. El 24 por ciento que la inseguridad ciudadana, campeando, sigue en su mismo nivel. Guarismos nada lejanos de la realidad. Quién puede negar que el crimen y, sobre todo, el nivel de violencia se han incrementado. Lo sucedido hace poco a un periodista y a un joven secuestrado, ambos vilmente asesinados, sumado a los numerosos crímenes, tampoco resueltos como los dos primeros, cometidos en otros lugares de nuestra geografía, acaso no constituye la prueba fehaciente. “Las cifras han mejorado un poquito. No quiero pecar de optimista. La victimización en Lima la encontramos en 34,3% y se redujo hasta 28,1%, algo ha bajado”, dijo Carlos Basombrío en una entrevista: ¿acaso ignora el Ministro del Interior que la población piensa lo contrario?

Señor Carlos Basombrío, en el Perú no solo los asaltos a mano armada, tal como usted señaló en el curso de la entrevista que se viene de citar, se han incrementado. También han aumentado el asesinato por encargo, el narcotráfico y un sin números de actos fuera de la ley tipificados como crímenes. Salirle al frente y confrontar con inteligencia y energía estas acciones constituye hoy un imperativo nacional. Señor Ministro, ¿acaso no ha pensado que lo que nuestro país necesita es la creación de un cuerpo de policía especializado en la lucha contra el crimen organizado? Algo similar al FBI norteamericano. Recursos para implementar un grupo de élite como tal existen. Lo que hace falta, usted lo sabe, es voluntad política. Señor Basombrío es hora de dar muestras de audacia. El lavado de dinero y el hecho de que el Perú es uno de los primeros exportadores de cocaína a nivel mundial, le exigen esta actitud.

Esta oficina, señor Basombrío, podría combatir también el crimen de cuello blanco, es decir las estafas corporativas (el caso Odebrecht tranquilamente encaja, tal como los casos de Enron y WorldCom en los EEUU). Los fraudes financieros, robos de identidad, secundado en esto por profesionales especializados. Señor Ministro del Interior, no solo con megaoperativos se puede vencer a la delincuencia, se necesita aplicar la inteligencia, el seguimiento paciente, ir en búsqueda de pruebas efectivas en aras de combatir estos crímenes, muchos de los cuales han quedado impunes. El GEIN demostró en su momento que se podía derrotar al terrorismo sangriento, propinando golpes certeros acabó con la cúpula terrorista. Emulen los actos de quienes, en nuestra patria, dando muestras de valentía e inteligencia, vencieron a estas expresiones del mal. Señores del Ejecutivo ustedes tiene la última palabra