El Cairo.- Lucha con todas sus fuerzas para evitar la pena capital. El ex presidente egipcio Hosni Mubarak negó hoy de forma tajante haber ordenado a las fuerzas del orden matar a opositores en las protesta pro democracia de principio de año que dieron como resultado su renuncia del cargo.
Las manifestaciones que duraron unos 18 días dejaron un saldo de más de 900 muertos, muchos de ellos jóvenes que solo pedían cambios políticos y económicos en el país africano, uno de los más importantes dentro del mundo árabe.
Actualmente, el octogenario ex líder egipcio se encuentra detenido en el hospital Sharm el Sheij mientras dura el juicio en el que podría ser enviado a la horca si es hallado culpable.
El Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, que gobierna Egipto desde la salida de Mubarak, negó semanas pasadas la posibilidad de que Mubarak sea beneficiario de un indulto por los 30 años que estuvo en el poder.
El ex gobernante también está acusado de enriquecimiento ilícito, tráfico de influencias y daños premeditados a los fondos del Estado.