Johannesburgo.- Tremendo susto se llevaron los trabajadores de una morgue en el pequeño municipio de Libode, en Sudáfrica, cuando en medio de la noche uno de los muertos resucitó y comenzó a dar de alaridos.
Según informó la cadena británica BBC los gritos provenían de una de las cámaras frigoríficas en los que había un hombre unos 50 años que había sifdo ingresado hacía 21 horas.
Al parecer, el difunto fue llevado por sus familiares a la morgue cuando vieron en su casa que no despertaba y pensaron que había pasado a mejor vida.
Los doctores de un hospital en la Provincia Oriental del Cabo certificaron que el supuesto cadáver estaba más vivo que muchos otros y que solo presentaba un fuerte cuadro de deshidratación que había disminuido su respiración y sus latidos del corazón.
Tras huir despavoridos pensando que se trataba de un fantasma, los empleados del depósito regresaron y llamaron a una ambulancia.