Visiblemente mortificado, el padre del joven hincha asesinado en el último clásico, Walter Oyarce, quien fue arrojado desde una altura de 10 metros desde lo alto del palco de la tribuna sur, le rindió el último homenaje, cargando el féretro de su hijo.
La familia del estudiante no quiso brindar ninguna declaración a los medios. Actualmente el cuerpo de Oyarce se encuentra siendo velado en el hospital naval.