El ministro de Trabajo de Brasil, Carlos Lupi, rechazó las denuncias por corrupción que pesan en su contra y descartó abandonar su cargo, afirmando que sólo saldría a "balazos".
“Para sacarme del ministerio, solo a balazos… y tiene que ser una bala pasada porque yo soy pesado”, afirmó el ministro después de reunirse con dirigentes de su Partido Democrático Laborista.
Lupi es denunciado por presuntamente recibir soborno de ONGs quienes le abonaban de 5% a 15% del valor de sus contratos con el Ministerio de Trabajo a cambio de la liberación de recursos.
“Quien denunció a las instituciones (no gubernamentales) a la policía federal fui yo como ministro. La policía entró en el caso después de que nosotros paramos los pagos por los contratos", se defendió.