Después de los resultados de las primeras pericias realizadas en el cuerpo sin vida del gobernador de Río Negro, se ha descartado que ríonegrino haya manipulado el arma con la que se le disparó porque no tenía rastros de pólvora en las manos.
Carlos Soria murió producto de un disparo en el pómulo izquierdo con un arma de su propiedad, calibre 38, y el disparo habría sido realizado a una distancia no menor a 50 centímetros, informó Infobae.
Cabe resaltar que, la hipótesis apunta a una posible pelea y forcejeo previo lo que desencadenó el terrible episodio, por lo que no se descarta la participación de la esposa de Soria, quien era la única en la habitación donde se produjo el disparo.