Un león, jadeando, resoplando, y con sus fosas nasales dilatadas de rabia, se abalanza con saña, contra una niña de tres años.
Sofía Walker, la pequeña de 3 años, se niega a retroceder, y se queda mirando fijamente al gran felino furioso que se encuentra a solo a unos centímetros de distancia.
El enfrentamiento tuvo lugar, la semana pasada, en el zoológico de Wellington, en Nueva Zelanda.