Desde hoy en Chimbote. La multitud que acompaña a los caminantes del agua partieron de Trujillo rumbo a Chimbote en el departamento de Áncash. Un grupo de ronderos de la provincia de Santiago de Chuco de La Libertad se ha plegado al grupo y llegarán a Lima este 9 de febrero.
Debido a los varios daños producidos por empresas extractivas, tanto mineras como petroleras, la región Áncash también se ha unido a la marcha en defensa de sus recursos hídricos y su biodiversidad. Los caminantes ingresaron al Valle del Santa en Chimbote, donde fueron recibidos por cientos de simpatizantes. La caravana se detuvo a orillas del río Santa donde hicieron un pago al agua.
Al igual que Cajamarca, los recursos hídricos de Áncash también se han visto amenazados por las mineras. “La región es la zona que concentra más pasivos ambientales mineros. Las cuencas alta, media y baja del río Santa han sido contaminadas gravemente”, dice Marielena Foronda de la ONG Natura. El río Santa es la principal fuente de agua de la región, y producto de la mala minería la población consume agua contaminada con metales pesados.
Los ancashinos ratificaron las cuatro principales razones por las que se unen a la marcha: por la intangibilidad de las cabeceras de cuenca, por la prohibición de la minería con cianuro y mercurio, por el derecho a la consulta de los pueblos y por declarar al agua como derecho constitucional.
Mañana en la mañana, la multitud llegará a la provincia de Huarmey, al sur de Áncash, donde hace algunos días, la población salió a las calles a protestar contra la minera Antamina cuyas tuberías que trasladan aguas con residuos tóxicos de minerales estarían contaminando uno de los acuíferos más importantes de la provincia.