Buenos Aires.- La indignación de los argentinos por el hallazgo de la víctima número 51, provocó una airada protesta la cual tuvo que ser repelida por las fuerzas del orden.
La policía se vio en la necesidad de emplear gas lacrimógeno y porras para despejar de la estación a un gran número de manifestantes que lanzaban objetos a los autobuses y taxis que pasaban por el lugar.
Según informa el portal Terra, los argentinos se encuentran furiosos pues señalan que desde hace tiempo le venían exigiendo al gobierno una mejora en el servicio ferroviario.
Por su parte, el conductor del tren ha señalado que antes del choque venía informando al controlador del tren que los frenos estaban fallando, pero estos solo le decían que siga.