El capitán Germán Parra del Carpio, jefe de la Base Militar Unión Mantaro fue asesinado el 16 de febrero de 2012 cuando reconocía una zona de emboscadas de una de las bases más hostigadas por los senderistas en el VRAE.
Por su parte, su padre, el mayor en retiro Germán Parra Rojas, reveló al semanario 'Hildebrandt en sus Trece' sobre las precariedades económicas y logísticas que padeció su hijo y los soldados en dicha zona.
"No se puede infiltrar a una persona porque es una zona aislada donde solamente existen narcotraficantes. La inteligencia es muy limitada, el ejército no tiene colaboradores eficaces, tiene informantes a quienes a veces se les paga regalándoles víveres que sobran de las bases o medicinas", sostuvo Parra Rojas.
En otro momento, el progenitor del fallecido capitán agregó que todos los meses le enviaba lápices, borradores, papeles y otros útiles de escritorio, además de material para el aseo personal.
Finalmente, el capitán Parra también le reveló a su padre que los soldados en el VRAE se encuentran mal preparados y no todas las patrullas cuentan con un sistema radial de repuesto.
"No le mandaban lo que pedía, la carne enviada se malograba porque no tenían sistema de refrigeración. Habían ocasiones en que no mandaban las raciones para 15 días", sentenció.