El paro nacional de 48 horas anunciado por un grupo de médicos de Essalud, comenzó ayer y la incertidumbre en la población se reflejó en los pasillos de varios hospitales y centros de atención.
La protesta se inició desde muy temprano en el nosocomio limeño Guillermo Almenara, ubicado en el distrito de La Victoria, para caminar en sus calles aledañas sin que se registren hechos violentos.
Entre las exigencias de los manifestantes figuran aumentos salariales, entrega de un mayor número de equipos tecnológicos y herramientas relativas para el tratamiento de los pacientes, entre otras.
“Nos respaldan uno 8.500 colegas en todo el país. El presidente ejecutivo (Álvaro Vidal) dice que hay dinero, pero tenemos remuneraciones muy bajas. Lo que se quiere es mejorar las condiciones laborales para brindar una atención de calidad. No hay medicamentos, los pacientes deben esperar dos meses por una cita y al menos 10 mil esperan ser operados”, señaló el representante del gremio médico en el seguro social, Santiago Vinces, al diario La República.