La masacre en una aldea en Siria ha originado diversas reacciones a nivel mundial como la de Estados Unidos que calificó a los líderes de dicho país como asesinos después del mencionado ataque que dejó decenas de muertos.
Sin embargo, no se produjeron avances en los debates de las potencias a nivel mundial sobre una posible solución a estos asesinatos.
Por su parte, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon condenó lo que sus observadores habían considerado como un bombardero indiscriminado al pueblo de Tremseh, en la provincia de Hama.
Sin embargo, China solamente condenó con firmeza "el comportamiento que perjudica a civiles inocentes", pero no responsabilizó a nadie por el ataque ocurrido el jueves en Tremseh.
Finalmente, Rusia, al igual que el país asiático continúa bloqueando los esfuerzos de Occidente por imponer sanciones más duras contra Siria o tomar medidas que lleven a un cambio de régimen en dicho país.