Bogotá.- Rogelio Mejía, caudillo del pueblo indígena Arhuaco, ubicado en el norte de Colombia, se mantiene vivo pese a que el auto que ocupaba recibió 40 disparos de bala por parte de un grupo de hombres en la localidad de Pueblo Bello, en el departamento de Cesar.
“Me salvé de milagro”, dijo esta persona a los medios, quien solo presentó un rasguño en el cráneo causado por un plomo que atravesó su sombrero, confesando además que tras la descarga huyó del lugar rápidamente.
Asimismo, una investigadora de la ONG Survival International que acompañaba a Mejía también resultó ilesa, aunque los asaltantes la interrogaron por 10 minutos con pistola en mano, para luego retirarse al escuchar la sirena de la Policía.
“Como es habitual en prácticamente todos los crímenes cometidos contra indígenas en Colombia, nadie ha sido condenado hasta el momento”, señaló esta organización a través de un comunicado oficial.
Como recuerda Europa Press, en junio último una niña de 13 años de esa etnia fue violada, torturada y asesinada en Pueblo Bello.