Un colectivo en China se convirtió en una sala de partos cuando a una mujer de 39 años se le rompió la fuente. Las cámaras registraron el alumbramiento.
Se trata de Wang Liyang, quien debido al terrible dolor de estomago, sorpresivamente, sacó ella misma a su propio bebé.
Además su otro hijo de tres años viajaba con ella al lado y fue testigo del nacimiento de su pequeño hermano. El hecho ocurrió en Chengdu, provincia de Sichuan.
El colectivero viajaba a toda velocidad para trasladar al hospital más cercano a la madre y el bebé.