Todo parece indicar que la fuga del joven sicario “Gringasho” del Centro Juvenil de Diagnóstico y Rehabilitación de Lima (CJDRL), más conocido como “Maranguita”, estaba planeado desde hace meses. El fiscal trujillano, Mirko Cano, reveló que se mandó a realizar una interceptación telefónica en el interior del inmueble, con la que se pudo conocer lo que planeaba este delincuente y sus compinches.
“Alertamos que estaban preparando una fuga. La interceptación se hizo con una orden judicial”, detalló la autoridad, indicando que esta información permitió iniciar una investigación por parte del área de Inteligencia de la Policía Nacional, con la que se conoció que el asesino tenía en su poder las llaves del pabellón del Programa de Atención Intensiva (PAI), donde pasaba sus días recluido.
Este registro, ejecutado tras el pedido de la Fiscalía Penal Corporativa de Trujillo, tenía como principal objeto de investigación la fuga de abril de 2012 de los reclusos "Gringasho", "Deyvi" y otros dos más, del reclusorio para menores “La Floresta”.
De acuerdo a Perú 21, el Poder Judicial reconoció en un comunicado que la reja del pabellón de la PAI “no tenía el candado de seguridad”,reforzando la versión de la Policía.