Dos aviones de guerra rusos violaron el espacio aéreo de Japón sobre la isla norteña de Hokkaido.
El Ministerio de Defensa de Japón informó que había ordenado un despliegue inmediato de aviones caza para perseguirlos.
Además declaró que la intrusión de los aviones rusos duró algo más de un minuto.
La declaración surgió poco después de que el primer ministro, Shinzo Abe, señaló que deseaba resolver una vieja disputa territorial con Rusia, que impidió que ambos países firmaran un tratado de paz después de la Segunda Guerra Mundial.