Santa Mónica, California, EEUU: El pistolero que portaba vestimenta negra y un fusil semiautomático, dicen los testigos, caminó con mucha tranquilidad al interior del Colegio de Santa Mónica en california. Poco antes había asesinado a su padre, a su hermano y a una persona más; enseguida dio muerte a una mujer, tras lo cual fue abatido y cayó por tiros de la policía.
Una de las testigos, reportan las agencias, Trena Johnson, quien durante mucho tiempo se ha desempeñado como una asistente administrativa en la oficina del decano, al oír los disparos miró por la ventana, alrededor del mediodía del viernes y avistó a un hombre que llevaba consigo "un arma muy grande".
El sangriento tiroteo, que duró un poco más de 10 minutos, comenzó a cerca de kilómetro y medio de la escuela, cuando el pistolero disparó sin miramientos contra una casa, donde luego se hallaron dos cadáveres, dijo la jefa de Policía Jacqueline Seabrooks. Poco después se sabría que los cadáveres correspondían al padre y hermano del agresor, quien los había ultimado en medio de una riña.