El gobierno holandés anunció este jueves 4 de octubre que había bloqueado un ataque cibernético por parte de agentes de inteligencia rusos en abril contra la agencia global de vigilancia de armas químicas. El máximo responsable de la agencia de inteligencia militar de Holanda identificó a cuatro rusos detrás de la supuesta operación que estaba dirigida contra la sede de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas, en La Haya.
A la hora del anuncio, los funcionarios holandeses mostraron imágenes de un vehículo de alquiler que, según señalaron, fue descubierto en ese momento con equipos informáticos y transformadores utilizados en el supuesto complot. Dijeron asimismo que los rusos fueron expulsados de Holanda en forma expeditiva luego de que se frustró el complot el 13 de abril.
Por su parte, el jefe de la OTAN, Jens Stoltenberg, advirtió a Rusia, no mucho después del anuncio de los Países Bajos, que detuviera su comportamiento "imprudente". "Rusia debe detener su patrón de comportamiento imprudente, incluido el uso de la fuerza contra sus vecinos, el intento de interferencia en los procesos electorales y las campañas de desinformación generalizadas", señaló el jefe de la OTAN en Bruselas.
En Moscú, la portavoz del ministerio, Maria Zakharova, calificó los últimos cargos contra Rusia como "grandes fantasías". Y en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, el embajador de Rusia, Dmitry Polyanskiy, ridiculizó a Gran Bretaña por las acusaciones, calificándolas de "Rusiafóbicas".
Nota
Más tarde el Departamento de Justicia de los Estados Unidos anunció cargos contra siete agentes rusos por delitos cibernéticos relacionados con la investigación holandesa. La acusación acusó a los siete miembros de la agencia de inteligencia militar de Rusia, el GRU, de piratear la agencia antidopaje mundial, la OPAQ, y de los ataques cibernéticos dirigidos a una instalación de energía nuclear de los Estados Unidos.