Jair Bolsonaro y Fernando Haddad medirán fuerzas el domingo 28 de octubre
Por un pelo, Jair Bolsonaro, candidato por el Partido Social Liberal, no logró el 50% de los votos en la primera de la campaña presidencial del coloso suramericano. Habiéndose escrutado el 98% de los votos, el campeón de la extrema derecha carioca se quedó a 3,7% de los votos que necesita para convertirse en el sucesor del actual presidente Michel Temer.
Principal contrincante del político que sin complejos expresa su admiración por la dictadura que sumió al país de más de 8 millones 500 mil km2 en dos décadas de dictadura, Fernando Haddad, candidato por el Partido de los Trabajadores, se quedó a mitad del camino recorrido electoralmente por Bolsonaro. Tendrá que producirse un vuelco radical el último domingo de este mes de octubre de 2018 para que el sucesor de Lula Da Silva se haga con la presidencia de la República Federal del Brasil.
El triunfo de Jair Bolsonaro, asimismo un político autoritario, racista, machista y homófobo, sume a Brasil en una campaña electoral polarizada al extremo. Una lucha por los votos, en la que ambos contrincantes tendrán que convencer a segmentos de electores que en el marco de la primera vuelta les dieron la espalda en las urnas.
Fernando Haddad, dada la naturaleza de la segunda vuelta que viene de iniciarse, no cabe duda alguna, no se irá por las ramas y enrostrará a Bolsonaro su poca o nula consideración de los derechos humanos y el peligro que del regreso al pasado. Jair Bolsonaro, por su parte, tendrá que resolver el problema que significa para él que 44 de cada 100 electores, según encuestas, no lo quiero como inquilino en el Palacio de Planalto.