Los incendios forestales en los bosques y pastizales de Bolivia han destruido 1.7 millones de hectáreas (4.2 millones de acres), dijeron funcionarios el miércoles, en medio de un esfuerzo del gobierno de $ 11 millones para contenerlos.
Los ambientalistas culpan a las leyes promulgadas bajo el presidente izquierdista Evo Morales, quien ha alentado la quema de bosques y pastizales para expandir la producción agrícola, mientras que el gobierno atribuye los incendios al clima seco y los vientos.
"De los incendios ocurridos, el 41 por ciento está en áreas protegidas y el 30 por ciento está en bosques", dijo a la prensa Cinthia Asin, ministra de medio ambiente de la región oriental de Santa Cruz, actualizando la cantidad de tierra quemada a 1,7 millones de hectáreas.
El departamento de Santa Cruz es el más afectado desde que comenzaron los incendios en mayo y se intensificaron a fines de agosto.
Para disgusto de los ecologistas, el gobierno de Bolivia recientemente autorizó a los agricultores a quemar 20 hectáreas (casi 50 acres) en lugar de las habituales cinco hectáreas (12 acres), que se cree que contribuyeron a miles de incendios forestales.
Asin dijo que durante los primeros días de septiembre, se encendieron 751 incendios nuevos, principalmente en áreas boscosas, lo que llevó a los funcionarios de Santa Cruz a creer que los humanos habían comenzado las conflagraciones para limpiar tierras de cultivo.
Por separado, el gobierno boliviano informó que continuaba sus esfuerzos terrestres y aéreos para extinguir los incendios.
El ministro de Relaciones Exteriores, Diego Pary, dijo que la rama ejecutiva había gastado $ 11 millones para combatir los incendios y tenía $ 2 millones adicionales a su disposición de la cooperación internacional.
Un SuperTanker Boeing 747 capaz de transportar 75,000 litros (19,800 galones), helicópteros y unos 4,000 bomberos, policías y personal militar estaban trabajando para extinguir las llamas.
Morales anunció el miércoles que esperaba la llegada de tres helicópteros de 16,000 litros de capacidad, así como un avión ruso con una capacidad de 50,000 litros, mientras se negaba a recibir la ayuda de Argentina, que mandó más de 200 bomberos para ayudar con los incendios.
El presidente boliviano se ha negado en todo momento recibir ayuda internacional, e intento mitigar los incendios, cuando estos ya habían consumido más de 500 hectáreas, en tres semanas que su gobierno se dedicó hacer campaña para las próximas elecciones presidenciales.