Sacha Llorenti, desde 2012, embajador de Bolivia ante las Naciones Unidas, no tiene intención de dejar el cargo tras la crisis abierta con la renuncia del presidente Evo Morales.
"Fui nombrado embajador de Bolivia ante las Naciones Unidas por el presidente constitucional Evo Morales," una posición "ratificada por dos tercios del Senado de mi país. No he renunciado y no renunciaré", escribió Llorenti en su perfil de Twitter.
Un breve mensaje dirigido, a través de las direcciones apropiadas, al Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, y a la Subsecretaria de Asuntos Políticos y Consolidación de la Paz de la ONU, Rosemary DiCarlo.
El martes, el representante de Bolivia ante la Organización de Estados Americanos (Osa), José Alberto Gonzales, presentó su renuncia irrevocable, sin especificar los motivos.