La inmensa pero controversial presa ha visto su mayor nivel desde que empezó a funcionar: agua con velocidades de 70 mil metros cúbicos por segundo llegaron a la presa esta semana.
Lui Ning, viceministro de Recursos Hídricos, dijo que esto es 20 mil metros cúbicos más que el flujo que mató a 4,150 personas en 1998.
“La presa de las Tres Gargantas es fundamental en nuestras labores de control de inundaciones”, dijo Liu a los periodistas en Pekín.
“Estamos a punto de controlar el flujo saliente mientras que va con corriente”, dijo Liu, señalando que, sin la presa, las presas más pequeñas y los pueblos y ciudades en las orillas del Yangtsé estarían seriamente amenazadas.
Construida con un costo estimado de 24,000 millones de dólares, la principal característica de la mayor hidroeléctrica del mundo es que está diseñada para ayudar al control de inundaciones, pues es capaz de aguantar 22,000 millones de metros cúbicos de agua, según el gobierno chino.
Pero el proyecto también ha enfrentado críticas después de que miles y miles de personas fueran desplazadas para construir la presa y la reserva. Los ambientalistas temen que la presa pueda crear un desastre ecológico, por reportes de deslizamientos de tierra y severa erosión.
Después de la inundación fatal de 1998, China reforzó y rehabilitó los diques principales en el Yangtsé, dijo Liu. “Hemos completado 29 proyectos después de 1998. Son el pilar de nuestro control de inundaciones”.
Dijo que en lo que va de este año, sólo han visto “rupturas esporádicas de diques”, incluyendo los de las provincias Jiangxi y Anhui.
Respondiendo a las preguntas sobre problemas potenciales en cualquiera de los 29 proyectos, Liu dijo: “Hemos examinado esos proyectos y hasta ahora no hemos descubierto ningún problema de calidad”.
En las próximas semanas, Liu dijo que monitoreará las inundaciones en los principales ríos, como el Yangtsé y el Huai he, así como en el lago Dongting.
China tomará más medidas de prevención, mejorará la predicción, el monitoreo y la información pública sobre el clima, y se preparará ante el peligro de las próximas tormentas tropicales. China calcula que haya de seis a ocho tifones este año.