En un nuevo intento por minimizar su relación con el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA), por el que fue condenada a 20 años de prisión, Lori Bereson dijo que su vínculo con el referido grupo terrorista fue secundario y que nunca hizo reglaje al Congreso, pese a que, junto a Nancy Gilvonio, esposa de Néstor Cerpa, se hizo pasar por periodistas para tener acceso a los planos de la sede del Legislativo.
“Yo asumí mi responsabilidad. Si tuve un vínculo con la violencia lo asumo, pero tampoco voy a asumir una responsabilidad que no ha sido mía. Ese vínculo fue calificado de secundario”, dijo a la revista Caretas en una entrevista que se realizó el pasado 18 de agosto, horas antes de la estadounidense fuera recluida nuevamente en el penal de Chorrillos tras ser revocado el beneficio de libertad condicional.
Berenson se quejó de que se le presente “como cara representativa del terrorismo durante no sé cuantos años”. “Participé alquilando una casa. Nunca he hecho reglajes al Congreso ni a políticos. Seguí los debates parlamentarios porque me interesaban, que es distinto. No he tenido una función directiva jamás”, refirió.
Sin embargo, la condenada por terrorismo admitió que conoció a los líderes del MRTA, pero “con otros nombres”, y que el grupo subversivo cometió “actos de violencia condenables”. “No me estoy limpiando, nunca lo he hecho. Pero tampoco me pueden culpar de 20 años de violencia porque no ha sido nunca esa mi intención cuando vine acá”, finalizó.