¡Que siga el baile! Cuando parecía que ya habían pasado a la historia, que su imaginación no daba para más, volvieron a aparecer. ¿Quiénes?, los islandeses del club Stjarnan. Los jugadores sacaron una nueva forma de festejar un gol: el inodoro.
La presentación, para armar el decorado, necesita de la complicidad de cuatro jugadores: tres forman el inodoro y después aparece el agasajado -el autor del gol-, que se sienta, lee el diario, hace sus necesidades y, claro, jala la cadena.
Antes protagonizaron la celebración de la bicicleta y el pescador.