Roma.- La porquería ha vuelto a acumularse en la ciudad italiana de Nápoles luego que una turba impidiera en las últimas horas que los camiones de basura recojan los desperdicios para arrojarlos a un vertedero cercano a sus hogares.
Los iracundos vecinos consiguieron parar dos camiones de la basura y les prendieron fuego. La Policía intervino y se vivieron momentos de gran tensión en los que un agente resultó herido al lanzarle uno de los residentes de Terzigno un adoquín que le golpeó en el labio.
Hasta el momento se han contabilizado 755 toneladas de basura que no han podido ser recogidas.