El día de hoy un filipino fue condenado a 14,400 años de cárcel por violar a su hija más de 360 veces cuando la pequeña tenía solamente 13 años. Los hechos ocurrieron mientras su esposa se fue a Hong Kong a trabajar como empleada doméstica.
El tribunal de Manila impuso al acusado 40 años de cárcel por cada violación cometida contra su hija, la cual hoy en día ya tiene 22 años. La víctima declaró que las violaciones empezaron en el año 2001 cuando su madre tuvo que viajar por trabajo.
El perturbado violador forzaba a su hija a tener relaciones todos los días hasta que en unas vacaciones familiares, y con el temor de regresar a casa, la hija decidió hacer públicos los abusos sufridos.
El violador fue sentenciado a pena de muerte en 2006 pero la presidenta de Filipinas revocó la pena capital en todo el país.