El Gobierno chino conmemoró este sábado el 30 aniversario de la política del "hijo único", controvertida ley que prohíbe a gran parte de las familias del país tener más de un vástago pero que, según las autoridades, ha servido para controlar la superpoblación del pueblo más numeroso de la tierra.
La agencia oficial Xinhua recordó que fue el 25 de septiembre de 1980 cuando una circular del Partido Comunista de China ordenaba a los miembros de esa formación y a los de la afín Liga de la Juventud Comunista que tuvieran sólo un hijo, una norma que después se aplicaría a toda la población nacional.
Según la Comisión de Población y Planificación Familiar de China, que se encarga de aplicar esta ley, China actualmente tendría 1.700 millones de habitantes si no se hubiera puesto en práctica esta norma, en lugar de los 1.335 actuales (según estadísticas de finales de 2009).