Las cápsulas, bautizadas “Fénix” en alusión al ave de la mitología griega que resurgió de sus cenizas, tienen forma de jaulas alargadas con un peso de 460 kilogramos cada una y un ancho aproximado de 53 centímetros. Se espera que el tiempo de recorrido sea de menos de 10 minutos por obrero atrapado.
Están equipadas con un arnés para sujetar a los mineros, un tubo con oxígeno y un micrófono y altavoces para mantener la comunicación con el exterior durante el rescate.