Ya han pasado cuatro días desde que 29 mineros se encuentran atrapados en la mina de Pike River Coal, ubicada en Greymouth en Nueva Zelanda.
El responsable del rescate Gary Knowles, indicó a los medios locales que "nos estamos preparando para todos los escenarios, y como parte de este proceso, también para una posible pérdida de vidas".
Los equipos de rescate no pueden entrar a la mina, porque hay una fuga de gas metano lo cual imposibilita saber cómo están los mineros. Por otro lado, el sistema de ventilación sigue averiado.
La compañía explicó que los mineros están a 150 metros de profundidad, pero a 2,5 kilómetros de la entrada a la mina, recogió la agencia EFE.
Se espera que el robot que cuenta con una cámara que será introducido en la mina, no cause ninguna chispa y se pueda ver las condiciones de los mineros. Solo hay que esperar. Sin embargo las familias aún tiene esperanza, ya que una situación similar vivó Chile, rescatando con vida a los 33 mineros.