Islamabad.- Al menos 31 personas murieron en un ataque suicida provocado por un niño contra un centro de reclutamiento militar en la ciudad paquistaní de Mardán, en la región noroccidental del país.
Según testigos, un niño de 12 años vestido con uniforme escolar logró entrar al recinto para luego hacer detonar los explosivos que llevaba adosado en su chaleco y que terminaron por destrozarlo.
La autoridades señalaron que la Policía y el Ejército son blancos habituales de los grupos insurgentes, vinculados al grupo extremista del Talibán, pero es la primera vez que se utiliza a niños en el conflicto.
Los extremistas islámicos acusan a las fuerzas de seguridad de traición y cooperación con EE UU que lidera una guerra contra el terrorismo en el vecino Afganistán.