Luego del terremoto de 6,3 grados en la escala de Richter que causó al menos 75 muertos en Nueva Zelanda, las autoridades de la ciudad de Christchurch han decidido decretar el toque de queda para evitar saqueos en dicha zona.
De esa manera, ningún ciudadano podrá estar en la calle a partir de las seis y media de la tarde, según anunció la policía local luego de confirmar que seis personas fueron detenidas por intento de robo.
Asimismo, argumentaron la medida por el riesgo de que más edificios se derrumben por las réplicas que se vienen dando en horas de la noche.
Cabe resaltar, que la reconstrucción de las zonas afectadas en la ciudad de Christchurch costará alrededor de 16 millones de dólares.