Tokio.- El pánico empieza a extenderse en la capital japonesa. Poco después de informarse del hallazgo de altos niveles de radiación en el agua potable que podría afectar la salud de los bebés, millones de personas se han volcado a las tiendas y centros comerciales para adquirir agua embotellada provocando escasez.
Hasta el cierre de esta nota se informó que el gobierno ha dispuesto la repartición de 240,000 botellas de 550 mililitros a las familias de los alrededor de 80,000 bebés de la capital nipona.
Ante la amenaza de verse con una grave escasez de agua embotellada las autoridades han pedido a las empresas embotelladoras aumentar significativamente su producción o, en todo caso, empezar a importar agua del extranjero.
Últimos ensayos científicos han detectado una concentración de yodo radiactivo (el isotopo I-131) de 210 becquerel por kilo, superior al valor 100 recomendado para bebés, pero por debajo de los 300 becquerel para adultos.